Las misteriosas ruinas submarinas de Yonaguni...
- La isla de Yonaguni  pertenece al archipiélago japonés de Ryu Kyu. Bajo las aguas que la  rodean se descubrieron en 1986 lo que algunos dicen que son las ruinas  de una antigua civilización y otros creen que se trata solamente de  formaciones naturales. 
- Es un caso similar al más reciente de la pirámide bosnia....
- Masaaki Kimura es un geólogo marino de la Universidad de Ryu Kyu que  ha estudiado el sitio durante los últimos 15 años. 
- Él opina que las  piedras submarinas son los restos de una ciudad de hace 5.000 años.
-  Se  basa en la datación de las estalactitas halladas en cavernas que se  hundieron  al mismo tiempo que la supuesta ciudad.
- Afirma haber identificado marcas y signos grabados en la piedra y  rocas esculpidas con formas de animales. 
- Asimismo ha identificado diez  estructuras en Yonaguni y cinco estructuras similares más en la isla  principal de Okinawa.
-  En total las ruinas cubren un área que abarca 300  por 150 metros.
- Las estructuras incluyen las ruinas de un castillo, de un arco  triunfal, cinco templos y por lo menos un gran estadio, conectadas por  caminos y canales de agua y protegidas parcialmente por lo que podrían  ser enormes muros. 
- La estructura más grande es una pirámide monolítica,  que se alza hasta una profundidad de 25 metros.
- La ciudad se hundió hace 2.000 años, en uno de los grandes sismos que  azotan esta parte del Océano Pacífico.
-  De hecho, el 4 de mayo de 1998,  una parte de la isla y de las ruinas fueron destruidas por un terremoto  submarino. 
- Pero no todo el mundo opina como Kimura. Robert Schoch,  profesor de ciencia y matemáticas de la Universidad de Boston, está  convencido que ninguna de las estructuras de piedra es obra de la mano  del hombre.
-  Según él se trata de formaciones geológicas suficientemente  conocidas y propias de una zona con importante actividad sísmica.
- Como es costumbre, no faltan  tampoco  quienes niegan esta versión oficial, y aseguran que Yonaguni, junto con   otros muchos más vestigios submarinos localizados en las  inmediaciones, no son  más que la punta del iceberg de una antiquísima  civilización desaparecida hace  muchos miles de años. 
- Para ello se basan  en hechos tan significativos como el  descubrimiento realizado en 1.996  en las proximidades de la isla de Okinawa,  cerca de la ciudad costera  de Naha, donde a unos doce metros de profundidad  fueron localizadas una  larga pared y una gran plataforma pétrea, formadas por  una gran  cantidad de bloques cortados y tallados, estando perfectamente  unidos  entre sí, y a los que los mismos  geólogos e historiadores que niegan la  naturaleza artificial de Yonaguni, han  sido incapaces hasta el momento  de dar una explicación lógica.
-  Del mismo modo,  y así por el momento  ocurre igual a otros siete emplazamientos submarinos más  dispersos  frente a las costas de Okinawa y varias islas más del archipiélago   Ryikui en Japón.
- Pero todo este conjunto de  “ruinas submarinas”  que salpican los alrededores de las islas japonesas del Mar  de la China  no han logrado eclipsar en su conjunto el misterio suscitado por  las  estructuras de Yonaguni.
-  Después de su descubrimiento, en mayo de 1.998,  un  fuerte terremoto afectó a toda el área de esta pequeña isla  japonesa de apenas  diez kilómetros de larga y unos cuatro de ancha.
-   Ante la sorpresa de muchos  estudiosos, nuevas formas y estructuras que  hasta el momento habían pasado  desapercibidas junto a las ya existentes  hicieron acto de presencia, haciendo  recordar inmediatamente a quienes  pudieron presenciarlas la enorme semejanza a  las antiguas  construcciones mesopotámicas conocidas con el nombre de zigurats,  y  también a otras estructuras piramidales similares a las que se pueden   encontrar  en Egipto, Perú y México.
- El “monumento de Yonaguni”, que  es  como lo denominan en Japón, tiene en la actualidad unos cincuenta metros  de  largo en dirección Este-Oeste por unos veinte metros de ancho en  dirección  Norte-Sur.
-  Apenas cinco metros de distancia separan la  superficie del mar de la  cúspide del “monumento”, teniendo que  descender hasta los veinticinco metros  para alcanzar su base. 
- La cara  Sur es la más llamativa y la que más llama la  atención de sus  visitantes, al estar formada por numerosas terrazas escalonadas  que le  confieren  su polémico aspecto  artificial.
- Y son precisamente aquellos que  defienden la  artificialidad del “monumento” quienes aseguran sin ningún tipo de   complejos que, cuando fue realizado éste, se encontraba la totalidad del   conjunto rocoso en la superficie, por lo que habría que remontarse al   Pleistoceno, época en la que el nivel de mares y océanos era inferior  al de la  actualidad, para de esa forma lograr encuadrar el tallado y  construcción ya no  solo del “monumento de Yonaguni”, sino del resto de  los vestigios localizados  hasta el momento a escasa distancia de la  costa en otras islas en la misma área  geográfica. 
- Hablamos pues de una  antigüedad que rondaría los 10.000 años, que  es cuando el “monumento de  Yonaguni” según siempre los más aceptados estudios  geológicos, pudo  haber estado situado sobre el nivel del mar, mucho antes del  fin de la  última Gran Glaciación o fin de la Edad del Hielo.
- Para no pocos investigadores,  tachados  habitualmente de estrafalarios, la presencia de estas y otras   estructuras submarinas, es una confirmación más de la existencia de  antiguas  civilizaciones perdidas como lo fueron la Atlántida o Mu, que  fueron a su vez  las impulsoras de las primeras grandes civilizaciones  conocidas por el hombre  moderno, como lo serían la egipcia, la sumeria o  la del Valle del Indo.
- Es precisamente entre los años  9.600 – 9.500 a.  C. que Platón situó cronológicamente el cataclismo que hizo   desaparecer a la mítica civilización de la Atlántida, aunque  geográficamente  parece quedar más que claro que su ubicación quedó  fijada en el Océano  Atlántico, muy lejos del “monumento de Yonaguni”,   sí que podríamos relacionarlo en otras áreas  de influencia de otras no  menos míticas civilizaciones perdidas, como así lo mantienen  numerosas  leyendas que nos hablan de las desaparecidas Mu o Lemuria, de gran   tradición entre numerosos pueblos tanto del Océano Indico como del  Pacífico.














 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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